El viajero y la muerte
“La muerte tiene un solo color
y un solo momento
el vacío y la vacilación de tu mirada”
I
Fuiste el viajero que un día quiso tocar la vida
volar ese mar y surfear sus olas
soñar con los enjambres del bosque
con los jardines
con las abejas y las flores secas
con los juegos
con las estrellas
y con las luces entre las sombras.
Descubrir lo que hay en ellas
en el claroscuro del firmamento
en la luz de las estrellas.
Somos los hijos bastardos
de quien soñó con tocar
el cielo de tus ojos
en el universo que no se alcanzará
abismo, silencio.
En la buena muerte
dime si la luna te abrazó ya
y te apartó de su cálida mirada.
Insiste una vez más
si la vida te rechazó
y te expulsó del paraíso imaginario
y de las luces de neón
y de la cultura del tiempo
donde todo espacio futuro
nunca es mejor.
Eres el viajero de las estrellas y el tiempo
que lucha contra su propia culpa
y viaja solitario hacia la buena muerte,
el viajero muerto.
Si soñé y escribí esto
era para que tu los dijeras
que la muerte no será buena
o mala compañera.
II
En el lugar donde sueña el sol
en el lugar más irreverente
de tu poético corazón
luce la vida, espera la muerte.
Entre las nubes de mi callejón
sale y saluda la luna
al osado callejón de mi locura.
El deseo está conmigo,
se despertó.
la muerte contigo,
se sentó.
Cansada de su trabajo
de su sucio y triste trabajo.
En algún lugar de mi cordura
resucita tanto color
de bella ternura.
De mi músculo tristón
la vida admira el sueño de cualquier estela.
No sabes lo que cuesta encontrar el camino de vuelta
que me aparte de la soledad
que no me aparte de la vida
que haga volver a las estrellas,
volar un día más.
Olvidar la buena muerte
y viajar con la vida.
Seré el último viajero
de la muerte que en este lugar espero.
El viajero de la muerte
el niño que viajó la vida.
El abismo y la oscuridad
es un sueño eterno.
Continúa tu viaje
que otras se quedan,
viajero.
Poema de amor y muerte VIII
Luis de Laos