Dibujos

Es la montaña la que mira las nubes

las alcanza, saluda y despide

y el ciego quiere alcanzar la luz de tu sonrisa

todas las noches del año.

Es el sordo el que no quiere escuchar

al mudo deseoso de hablar

y romper los muros opacos

que nadie quiere cruzar.

Nadie habla para consensuar

ni escucha al que quiere opinar

en un río revuelto por la mezquindad

sólo quieren un foro para divagar

donde hablan sordos por la boca de chalanes televisados

Es en la lejanía cerca del horizonte

donde reposan mis dibujos imaginarios

pregonando en los muros rotos de mi calle

ocupando la urbe,

devorando las pantallas manipuladoras

de las redes sociales

y se pierden entre nubes de likes

Es en la cercanía del horizonte de tus datos

donde se esconde la ciudad en ruinas

sociedad convaleciente de vida y alegría

que espera poder hablar con un dios

que les salve del infierno material

Y así en la tierra de los dioses

los artistas dominan la creatividad

sobre la objetividad de los descoloridos.

Y así en la tierra donde gobiernan los dioses,

es donde la tormenta descarga su lluvia ácida

y coexisten:

Mil y una formas de sonrisa

donde la mentira prevalece

Mil y una botellas vacías

donde el sabor es el beneficio de los poderosos

Miles de vasos llenos

celebran su cuenta corriente de apariencia y ruindad

plusvalía del trabajo asalariado

grilletes dorados del obrero alienado.

Mil y una formas de perder la conciencia

vencidos por la vanidad

es el orgullo de los mendigos

donde la apariencia y el ego son dominio público

Mil y una forma de olvidar

el hambre real

el hambre de libertad

el hambre de conocimiento

Mil y una manera de perder peso

a un precio que marca la divinidad

huesos mostrándose en pasarelas de sucio cristal

cuerpos enfermos de narcisismo buscando popularidad

Mil y una forma de perder la paciencia

Mil y una forma de morir

Si no lo haces, perder peso y morir,

aunque te empujen a olvidar

date por enterado a la hora de vomitar

que sucumbirás por vanidad.

Si lo buscas y lo encuentras,

aunque no lo quieras hallar,

la falsa belleza, tu alto parné,

tu esquelética vanidad,

tu enfermizo individualismo,

date por expulsado del paraíso terrenal.

Y date por aceptado en el peor de tus infiernos posibles.

Miles de dibujos invaden las calles

miles de caricaturas pasean sus colores

miles de sonrisas descoloridas

miles de ojerosas miradas

miles y miles, como zombies, como marionetas

Miles y miles

sin sangre, vacilantes, sin rumbo, sin color, sin esperanza.

Solo la falsedad que les da las palabras del charlatán

les ofrece la visión de un viaje sin paradas

sin baches y servicio a domicilio.

28 de Mayo de 2016