infancia


Lobo sarnoso

Como lobo sarnoso que ya no aúlla a la luz de la luna
que mendiga migajas del candil de tu mirada
y se muestra desatento a los Quehaceres de su tozudez
La mirada se luce esquiva
el cuerpo distante y la mente distraída
Siendo el yonki de la madrugada
que recoge los harapientos trazos de su senda
Trozos rotos como el reflejo de la mañana
sobre los trazos que del camino esquiva
mendigo de corazón andrajoso,
de febril harapiento,
coleccionista de huesos
roídos por tus pestañas de loba
Acaparador de candelas sonoras
sin techo ausente de tu mirada
sin el roce de su propio corazón.
Ese lobo sarnoso que peina canas
que ya no ama a la luna
deja los versos para la mañana
y los malos tragos en la almohada
Sarnoso por las alergias de su propio corazón
Vive a la intemperie, destronado
desamparado, sin su reflejo, sin un refugio
y olvida que no siempre es posible ser nada
que la vida lo es todo y no es nada.
Redundante, olvidadizo, distraído
poeta que así recita y versa
que se empapó de vicios
que la infancia abandonó
viejo lobo harapiento, viejo
lobo sarnoso, lobo apático, viejo lobo ibérico,
viejo
Que se arropa con su amargura
y retira la vista al cielo,
viejo
Viejo, en cada madrugada que no aúlla
que la simiente de la vida abandona cada día
Viejo, viejo, viejo, demasiado viejo.
Que a la luna olvida su saludo incondicional
Lobo sarnoso que renace de la mierda
que deja la estúpida arrogancia.
Lobo sarnoso que se sonroja
porque aún se come los despojos
de tu mirada, olvidadiza de la brisa mañanera
Descansa entre los brazos rosados
donde floreció su fruto tempranero
de las canas lobeznas
que largas se muestran
alberga esperanzas entre aullidos de gentileza

19 de Marzo de 2016

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infancia


Sistema

Cuando te veo, veo al sistema.
Cuando te oigo hablar, oigo al sistema.
Cuando miro tus ropas, veo al sistema.
Cuando te veo comer, come el sistema.
Cuando piensas, piensa el sistema.
Cuando me miras, me mira el sistema.
Cuando te despiden del trabajo.
Cuando te expulsan de tu casa.
Cuando te quitan el dinero.
Cuando tus hijos se quedan sin infancia.
Cuando no te queda esperanza.
Cuando no te queda NADA.
Ahí también veo al sistema pero también te veo a tí.

31 de Agosto de 2013

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