No soy nada, ni siquiera soledad

Soy de un barrio obrero que no tenía brillo en las aceras

barrio que quiso ser rumbero

y murió en ese intento por soñar

Soy hijo del pueblo que quiso ser pájaro en vuelo

y al cielo no pudo llegar

Soy basura que arde entre tus brazos

soy combustible quemando soledad

soy el sueño que busca tu beso entre tanta frialdad

No soy nada, ni siquiera soledad

No soy sombra que busca que le muerdan la boca

ni brazo buscando un cuerpo que le quiera abrazar

ni el ojo mirando ciego la luna en el cristal

ni molinero que quiera el grano trabajar

No soy nada, ni siquiera soledad

Soy hijo de un barrio que ahora está siendo modernizado

por los hijos del capital

donde la miseria es la más rica del portal

y en los charcos navegan los barcos cargados de amonal

Soy aprendiz de brujo, poeta sin musa

poema sin palabras de libertad

Soy hijo del agobio, del delirio y de la ciudad

No soy nada, ni siquiera soledad

Viajo tras el rastro del tiempo

sin carnet y sin visado

con los pies descalzos

y la alegría que da la libertad

Las polillas que ocupan mi casa

son las mejores viajeras

en este mundo de soledad

No soy nada, ni siquiera soledad

Quizás sea tu boca en mi cara

besando las lágrimas de un día sin pan

O pájaro al vuelo que surca el techo

de este cielo de cristal

¡No soy nada! ¡Sólo viento en tu ciudad!

Aire puro con ganas de resoplar

y rompo los cristales de esta absurda ciudad

Soy sonrisa en tu boca desdentada

los mofletes rojos a punto de explotar

los labios que besan a quién se deje amar.

Se que fui un vaso vacío de vida

olvidado en cualquier bar

y ahora olvido dónde empecé esta partida

de vasos vacíos, de calles perdidas

de noches colgadas y que pude ganar.

Pero se que no soy nada, ni siquiera soledad.

03 de Octubre de 2017

Luis de Laos