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FUSILES SIN CONDENA

En el mar yacen cuerpos,
cuerpos muertos por fusiles sin condena.
Y las aceras están llenas de piojos.
Piojos, piojos, piojos corretean,
que corrompen y derriban
los muros de la inconsciencia.
Inconsciencia, sin consciencia.
Inconscientes
que admiran la pantalla plana
de la estupidez.
Estupidez, idiotez, pusilánimes.
Para ellos la vida es un reality show
donde el Ibex 35 marca tendencia,
el pensamiento.
En sus manos muerden fusiles asesinos,
que desde callejones sin nombre
disparan a matar.
Matar, matar, matar.
Tienen objetivos,
son los que cruzan a nado los mares
escapando de la muerte.
Y disparan, disparan, disparan.
Deambulando por caminos de la vergüenza
vuestro destino es la salvación,
libertad, libertad, libertad.
Esa querida acompañante de esperanzas.
Barqueros sin escrúpulos,
esperan en las orillas
a los parias sin tierra.
Tierra perdida, tierra quemada, vidas violadas.
Violadas, torturadas, ultrajadas
para robarles sus pocas monedas
y remolcar sus esperanzas
a una muerte en el mar.
Mar, mar, mar.
Que estás manchado de sangre
alimentado de cuerpos sin vida,
de esperanza perdida, de olvido y horror.
Aunque llueva durante el camino
vuestras huellas no podrán parar.
Parar, parar, parar.
Continuad por caminos empedrados
por seres inhumanos despreciados.
Hombres, mujeres y niños
mutilados, con los corazones rotos,
desplazados y sirvientes de un dios destronado
las concertinas no os lograrán parar.
Parar, parar, parar.

Apresados en cárceles de la vergüenza
luego expulsados como perros olvidados.
Quienes os expulsan de la tierra primigenia
son fusiles sin condena,
amparados por la codicia de los hombres.
Hombres, hombres, hombres.
Vuestro destino es el olvido.
Aquellos que derramaron vuestra sangre
os asesinan sin castigo
por el control de vuestra hambre.
Es el oro, oro, oro.
Y es negro, negro, negro,
como la Parca que les acompaña.
Y es la muerte, muerte, muerte.
Aunque mientan sobre vuestra suerte
vuestras lágrimas no podrán ocultar.
Hambre provocada por la codicia de unos pocos.
Pocos, pocos, pocos.
Estos, son homicidas sin escrúpulos.
Asesinos indultados.
Es la suerte, suerte, suerte
de los desposeídos.
Que son perseguidos, detenidos y torturados
también son detenidos, grabados y entrevistados.
Las conciencias están limpias
el show debe continuar.