Ecce hommo
(Insomnio)
Hasta aquí llegó su vuelo,
hasta los piojos le dejaron de acompañar
La noche se apodera de la mente
y el viaje comenzó a andar,
noches de insomnio y ansiedad.
Los huesos te gritan que no aguantan ya
y los putos nervios a flor de piel.
Lo que queda de ti comienza a volar
En el equipo suena everythings ruined
se alborota la guitarra meditando jazz
el disco se rayó de tanto escuchar Deltoya.
Un solo de guitarra en la cabeza
y la saliva atravesando la piel,
la sangre se envenena
la mente se llena de hiel.
Y ahora la lluvia canta la mañana
sobre los tejados en ruinas.
La luz se vuelve una amalgama de colores
llenando las peceras del señorío
de colorido paisaje, delirio del pintor
que pincelada a pincelada
dibuja el jardín del Edén
tiñendo los ríos de negro
burlando la seguridad de los muros
que cubren el vivo jardín.
El oxígeno se mudó a veneno
a la hora de dormir.
Ahora la casa está en ruinas
y la tierra estéril ya no descansa;
sabe que va a morir,
se mueve estando estanca,
alrededor de los sueños.
El sol se apagó en este frío invierno
y el agua está envenenada por el sudor
que dejó la lluvia en los cristales.
Sudan los ventanales por el calor de la sangre
y empapa la frente el viaje hacia la Nada,
donde la muerte te espera en cualquier lugar.
¿Y este es el hombre?
Este es el hombre, se dice poeta.
Aquí está el insomnio, su dueño.
Finales de Agosto de 2016.