Un vaso de hielo

Un vaso con hielo agotado

los posos de un café sin acabar

y las alas recién afiladas

dispuestas a cortar el cielo de la ciudad.

Las barras de turbios tugurios me guiaron

y los baños que ciegamente visité

me cortaron el paso de la lucidez.

Siempre estuve dispuesto a romper mi semblante

siempre auto destruyéndome

siempre quise escapar de la soledad.

Cada noche que navegué

en las aguas negras de esta sucia ciudad

fue en parte tormento y en parte búsqueda de placer.

Fue el intento de huida de la cruda realidad

siempre creyéndome invencible

siempre buscando evadirme

siempre huyendo de la frialdad.

Y me convertí en un ángel de la noche

que con sus alas bien afiladas surcó la ciudad

alas que acabaron cortadas al tropezar

con la fría mirada del vacío

con la suicida mirada de la soledad.

Siempre dejé un vaso con hielo agotado

siempre fui el único actor de mi propia prisión

perdí parte de mi vida tirando piedras sobre mi tejado

siempre busqué mi propia liberación

cruzando calles, bebiendo bares, huyendo del dolor

siempre viví mi autodestrucción.

Hay que dar siempre un paso adelante

y saber escapar cuando crees que no tienes salida

porque el mundo gira y así seguirá cuando tu no estés

pero lo tienes que disfrutar y dejarte llevar por la vida.

Nada ni nadie te puede hacer llorar

nada ni nadie te harán fracasar

los recuerdos siempre serán tropiezos

con los que debes aprender a caminar.

Y el mundo no para y por eso debes continuar

porque si te abandonas te quedas atrás

sufrirás por cada lágrima derramada

sufrirás si te dejas llevar y te abandonas.

Ya no dejo los vasos ahogados en hielo

y el café lo bebo descafeinado con leche descremada.

A veces bebo leche de soja envasada

escucho música que me atrapa

y vivo la vida como si no hubiera un mañana.

Escrito en un momento

para cualquier persona.