«Ya no aullará más el lobo
y no buscará el abrigo de la luna
y no caminará sobre la tierra.
Ya no irá a tu ventana
para escaparos una noche más
hasta el amanecer.»
Lobo Sarnoso

Si los delirios del clima
no se han ido
y no vuelve a llover.
Si los campos se murieron,
el agua no mojó tu cara,
y el aire se sintetiza sin besarte.
Es porque no quedan dudas,
es porque no queda vida
y ya no queda nada
que nos pueda ofrecer un nuevo día
o una nueva gota de lluvia
y un poco de alegría en este mundo podrido.
Acabaremos por recordar
como era ese instante
cuando comenzaba a llover
y las flores saludaban tu ventana
y las gotas se deslizaban por el cristal
hasta mezclarse con tu sonrisa
¡Y tu esperabas!
Las seguías con tu mirada
hasta que el marco de la ventana las decía…
¡No avanzaréis más!
Se acumulaban en el bordillo
para caer al suelo,
empujadas por las ganas de volver a ver el sol
¡Y las gotas gritaban de júbilo!
¡Porque iban a unirse con la madre tierra!
¡Y tu esperabas tras la ventana!
La llegada del relámpago
y el grito enrrabietado del trueno.
Si no vuelve a llover,
si no vuelven las nubes a cubrir el sol,
si no vuelve el cielo a querer
mojar tu dulce azul.
Si no vuelve a llover
y tu no vuelves a ver un cielo tan azul,
mientras suena un blues.
La vida será un eterno rival,
un espejismo irreal,
un abismo sideral.
Si no vuelve a llover,
la tierra será una eterna oscuridad,
un tiempo sin retorno,
un abrazo sin cariño,
un jardín sin vida.
Desaparecerá la lluvia,
tus besos serán lágrimas sin vida
y de tus venas no correrá la savia
que una rosa necesita para brotar.
¡Que vuelva la lluvia!¡Que no llore la tierra más!

 

14 de Agosto de 2017
Luis de Laos