vida


Nunca llevé ropa de marca
nunca estuve en la onda
mas bien estuve viajando en globo,
de discoteca en discoteca.
No me daba tiempo a bajar a la tierra
cada vez que se desinflaba el globo
venía una ráfaga de aire caliente
que me mandaba de nuevo de viaje.
Aunque volaba solo
nunca aterrizaba en islas desiertas
siempre eran bosques frondosos.
Afters con guardabosques forzudos
y Simpson en bicicleta
y duendes
y dragones rojos.
A veces montaba un delfín ovalado
otras me acompañaba un buda cojo
pero siempre viajaba en globo.
Nunca tuve ropa de marca
no me gustaron las modas
sólo me gustaba flotar.

12 de Diciembre de 2017
Luis de laos.

vida


Los manteros huyen del madero

Paseo por la Gran Vía de Madrid

y mil idiomas turistean por aquí.

No se oye ni una palabra de esperanto,

ni si quiera lo hablo yo conmigo mismo

y ya se me ha olvidado.

Los manteros huyen del madero.

Los vagabundos sentados al sol

esperan a que algún ingenuo turista los dé una moneda

mientras acarician al perro que los acompaña.

En Montera unos policías rodean a uno mientras una joven conversa con él

y observa al perro que hay a su lado.

Parece que el cachorro está drogado.

Unas chonis palmean en la estación de tren al ritmo de trap.

Se colocan el pelo mientras cantan y palmean, llaman la atención.

Dos chicas se acarician con la dulzura del amor, se besan.

La Gran Vía está tan abarrotada de personas que apenas se distinguen las tiendas.

Si aquel reyezuelo que ordenó construirla viese como de transformada está,

obligaría a sus parientes a abdicar e instauraría la república.

Pero nada cambiaría con una república y con la continuidad del Estado.

Los manteros huyen del madero.

Pelos multicolores esperan al tren, el rosa es el predominante.

Hay uno verde, pero es un viejo que no le quita ojo a una joven.

Esperan la llegada del tren, se hace larga

y los ojos se funden con las pantallas del teléfono.

El cerebro hace tiempo se fundió.

Una mujer trans se acicala el pelo,

un borracho duerme la mona.

Un joven no le quita ojo a la mujer

y yo vuelvo a mi casa.

Los manteros huyen del madero.

05 de Agosto de 2017.

Luis de Laos.

 

vida


Cuando todos nos marchemos

 

Cuando todos nos marchemos de este barrio

quedará la música de nuestros labios,

aunque no quede nadie que la quiera cantar.

Estará en el canto del pájaro,

en el silencio de la noche,

en el silbido del viento.

Quedará en el agitar de las ramas,

en la tormenta tropical,

en el galope del caballo,

en el aullido del lobo

y en las flores de la ciudad.

Y cuando no queden poemas que recitar

nos quedará el canto del mirlo

o de las gotas de lluvia rebotando

sobre el ventanal de tu camastro.

Cuando todos nos hayamos ido,

quedará el canto del petirrojo

en el azul del cielo lejano,

en los bosques, en los campos

y en el sonido de su corazón eléctrico.

Cuando todos nos marchemos de este barrio,

sonará el canto del ruiseñor

volará libre a cielo abierto

y cantará cada mañana en un eterno abril.

Cuando ya nadie cante a la mañana,

quedará el sonido del canto del jilguero

único campero que canta libre

y muere si cae prisionero.

 

¡Cómo yo! ¡Que muero por vivir!

Que me siento preso en este mundo servil

por eso canto un cante libertario

y vuelo libre como los pájaros

buscando cómo liberarnos y salir de aquí.

Cuando todos nos hallamos marchado,

quedarán el mirlo, el ruiseñor y el petirrojo,

con su cante apasionado,

volando sobre los campos

o cantando libres en cualquier jardín abandonado

 

 

05 de agosto de 2017

Luis de Laos

 

vida


Ese fui, soy y seré

No me apetece contar un cuento poco creíble, ni una historia increíble donde soy un antihéroe que ha vivido una vida durísima y que lucha diariamente por sobrevivir.

Sólo soy un antiguo delincuente callejero que robaba corazones en los callejones oscuros de un barrio obrero. Abandonado por sus propios habitantes, destrozado por la heroína en los años 70 y 80 y que le siguió una época aún más oscura entre pastillas, discotecas nocturnas y afterhours del Madrid de la ruta del bakalao. Donde unos vende obreros destrozaron el futuro de aquellas almas perdidas e inundaron las calles de Sin futuro y Oscuridad, seguidos por unos canallas que vendieron una falsa Esperanza para terminar de destrozar la vida de quien confió en ellos, inflando y pinchando un globo que jamás debió crecer.

Mis amigos y yo nadamos por un río revuelto con turbias olas que iban y venían arrancando la esperanza de sus alegres corazones.

¿Cómo explicar quien soy?¿Porque debo hacerlo?

Un corazón cicatrizado

que huye del presente

y que viaja a ninguna parte

para llegar al final de su viaje

junto a su dulce Julieta

de tez rosácea y de ojos pequeños

que iluminan diariamente

entre los alti-bajos de mi podrido corazón.

En esta soledad, acompañado

por un viento huracanado

y que dulcemente habita

junto a mi musculo acorazado

como una amapola vuela en el campo

y se posa en el suelo

luciendo el palpito

que el cielo le quiso robar.

Mis amigos ¿Dónde están?

Si lo supiera lo diría, estaría junto a ellos.¿Alguna vez los tuve o fueron producto del imaginario colectivo?

Bailamos, bebimos, reímos y lloramos por caminar nuestras propias vidas, donde solo hablaban las miradas y la risa era nuestra única esperanza. Y allí se quedaron entre risas, litros, cubatas y olvido.

Nos bebimos hasta el agua

que los aires de esperanza

dejaron atrás de nuestras espaldas

y sobre las macetas que un día rompimos

olvidándolas después de vaciarlas

y llorarlas.

Bailamos siempre que pudimos

unos toda la noche

y otros hasta el alba

de la semana siguiente

en oscuras discotecas

donde ni dios era consciente

de su propia mirada perdida.

Jugamos siempre que pudimos

con nuestros propios miedos

y siempre que perdimos

nos levantamos hasta volvernos a tropezar.

Hicimos hogueras con nuestra propia alegría

corrimos siempre huyendo

de nuestra propia policía.

Conseguimos que el vacío

que nos absorbía

se llenara con la alegría

de nuestra inocencia perdida.

Dejamos que la vida fuera un carnaval

donde nada y todo cabía

donde las lágrimas eran de pena y alegría

donde nuestras vidas eran un vendaval

donde cualquier rostro

era la esencia ganada

de una nueva amistad.

Cualquier sonrisa tenía perdida

su altiva aura si no se dejaba llenar

por nuestra esperanza dormida.

Cada domingo fue otro carnaval

donde reímos hasta llorar

y jamás nos dejamos llevar

por el amanecer que no quiso llegar.

Nadie pudo con nosotros en ninguna absurda pelea, nadie jamás pudo olvidar nuestros puños volando hacía ningún lugar y hacia todas partes.

Sólo fueron peleas callejeras

donde volaban los pájaros

y lo vasos se rompían

en cualquier cabeza adormecida

por el agitar de nuestros brazos

por evitar ser destronados

de nuestro pequeño espacio.

Con nuestros tobillos

de tipos casi indigentes

atados en piedras

como claveles que se agitan

contra el viento invernal.

Dejamos de volar alto

para aterrizar en el desalojo

de nuestro propio futuro

con agujeros en los bolsillos

Vacíos y sin un grano de arena

que nos devolviera la vida

que nos diera la libertad

que rompiese los grilletes

en esta absurda sociedad.

Fuimos ficticios actores

de nuestras peleas

de nuestros arrebatos

de nuestros miedos

de nuestros guantes robados

de nuestro propio fracaso.

Sólo fueron peleas

contra nosotros mismos

contra todo

contra nada

y contra nuestra propia existencia salvaje.

¿Cómo explicar quien fui y quien soy ahora?

Si me miras a los ojos

sabrás quien es ese niño que llora

quien es ese hombre que ríe

y porqué seré ahora,

ese hombre que vivirá

como una rosa en tu jardín

habitado por tu sonrisa

y por tu dulce mirada.

Si me miras ahora

podrás ver quien fui

quien soy

a cada paso que doy

y quien no seré

si me pisas.

1 de Diciembre de 2016

Luis de Laos.

vida


Dejad que crezcan las flores
detrás de los muros sin nombre
Dejad que el árbol enraizado
florezca todas las primaveras
y no talarlo jamás
Dejad que crezcan huertos en las ciudades
que la tierra nos ofrezca sus frutos
que nos sacie el hambre de libertad
Dejad que los niños jueguen entre las flores
Que florezca en ellos la alegría por respirar
Dejad los bosques, el campo, huertos y los parques
que rodean y nutren la ciudad.
Dejad que crezca la vida donde mueren las flores.

 

vida


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El paria 

Tu eras el desierto que ardió alguna vez

aquellas noches de invierno en un sucio taller.

Fuiste el hechizo y la luz que ruge brillante

en los ríos y en las calles, cada atardecer

Madrid no quiso adoptarte, no quiso abrazarte

y ahora eres lo que recorre sus calles.

Y te vi correr, te vi volar, te vi soñar

en esa calle, en ese lugar.

Tu eras el desierto que empezó a florecer

por la caída de la primera lágrima

aquella noche de domingo, en un mes de Abril.

te vi volver, correr, volar, soñar.

Tu eras un paria, un sin techo

que admiraba la tierra que le vio nacer

fuiste abandonado por aquellos por los que luchaste

en aquel turbio despacho.

Luchaste por ella, guerreaste hasta reventar

y fuiste derrotado, fuiste un caído más.

Un caído en vida,

en aquella derrota mal parida

que le arrebataron su alegría

que le robaron su libertad.

10 de Agosto de 2016

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vida


La luna, tu mirada y mis heridas

Es bella la noche que nos une

la lluvia no esta hecha

para los que no quieren llorar

las miradas son luces furtivas

en la antesala de la soledad

Si me miras y me curas mis heridas

si me miras y si me miras

si lo haces y lo haces

la luna será nuestra primera amiga

será la bruja que espante la mediocridad

Si la luna es furtiva y luce en nuestra cama

será la madrina de nuestra realidad

La luna, tu mirada y mis heridas

nos une, nos maneja y nos saluda

04 de Agosto de 2016

vida


Si agitas el vaivén de los días eternos

Si agitas el vaivén de los días eternos

si borras el tiempo que pasamos juntos

si muere el amor de nuestros abrazos

será la alegría que has perdido de mis pasos

 

Si dejas pasar las lágrimas en este vacío

si olvidas que un día fuimos más que amigos

es como negar los abrazos que nos dimos

y dejar que se pudran los recuerdos que viví contigo

 

Se hunde en el pecho el dolor que has infligido

rompe y quebranta mi corazón hipotecado

Seré como un perro que ha sido apaleado

que corre y huye del recuerdo y del dolor causado

 

Si agitas y pierdes los mejores recuerdos

si abandonas la llave del amor y del tiempo

que cerraste, mientras te alejabas de nuestro lado

dejarás en nosotros el peor de los infiernos

 

Alejarme de ti quiero

mientras dejo los días pasar

quiero olvidarte en silencio

con la alegría que da la sencillez

Que tus recuerdos me dejen de quemar

y abandonar tu triste recuerdo

olvidar con levedad tu dejadez,

tu estupidez y continuar,

continuar el camino, cribando el pasado.

 

Crece el musgo en lo alto de la colina

y deja que el tiempo resbale

entre los huecos rotos de tu corazón

Deja la noche que se rompa la luna

y que la estrella que luce hable

de los días alegres que olvidaste a traición

 

Crece rápido el hongo en tu turbio corazón

crece y pudre las lágrimas que brotan

para borrar los días nublados que están por venir

Crece y crece para derruir tu armazón

crece y pudre las lágrimas que queman

¡Crece y borra el llanto que no te deja vivir!

13 de Julio de 2016

vida


Al Alba

(Al tío del espejo)

Es al Alba cuando cantas

que la arena se muestra majestuosa

y tus astros envejecen el roble

perdiendo su consistencia

la brisa del mar se muestra irrespetuosa

y el óxido de tus ojos pudre el cobre.

Es al Alba cuando danzas

que los niños no juegan: Clamores

y las flores someten pastores

dejando paso a la demencia

los perros se muestran cantores

y sufren los piojos mal de amores

Es al Alba cuando te levantas

que la luz del día huye pavorosa

los astros nocturnos celebran tu ausencia

la Luna se marcha de tu lado horrorosa

y el Sol suplica clemencia.

¡Que feo eres cuando te levantas, joder!

18 de Junio de 2016

vida


Soy un camino abierto

Soy un camino abierto

un sendero sin final

Soy un águila imperial

que vuela libre, a cielo abierto

y va buscando libertad.

Soy gato callejero que vive en los tejados

gato libertario que sueña con la Luna

enamorado de su dulce mirada y pura

Gato callejero que se pierde por tus ojos embrujados.

Soy el perro viejo que huye de la mediocridad humana

que mendiga tu cuerpo esbelto en cada parque perdido

la soledad, maldita compañera, le acompaña

buscando tus labios en su corazón herido.

Soy soldado raso y discordante

que huye del sable del general

y que pierde al verte su semblante

cada noche de carnaval.

Soy la estrella en el firmamento

el colapso gravitacional

que corre tras la Luna en la madrugá

cuando no te alcanzo reviento

si te pierdo, voluntad.

Soy un camino abierto

un sendero sin final.

17 de Junio de 2016