Un soplo en mis pensamientos,

un recuerdo de lo borroso,

un mero instante.

¿Es la vida un instante o lo que dictan tus recuerdos?

¿Es un momento borroso o lo que vives cada instante?

¿Es el amor lo que vives o lo que dictan tus recuerdos?

¡Es más que unos instantes en la memoria!

Es querer estar cada milisegundo de tu vida con tu compañera

Es vivir cada instante que pasas junto a ella,

morir por sus besos,

perder la consciencia con su mirada,

es respeto,

es vivir en común,

compartir tu eterna alegría cada vez que se cierran los ojos

y cuando se juntan los labios para que jueguen el amor y el deseo, disfrutar y vivir.

¿Es el silencio un momento doloroso o una eterna frustración?

Es el viaje a lo eterno, es abstraerse de la propia inconsciencia

Es perder la naturaleza de lo banal, de si mismo.

Volver a tu naturaleza y buscar la evasión de lo negativo.

¡No me evado por ti!¡Ni quiero escapar!

Sólo quiero pensar y dejar atrás lo negativo

convertir lo que duele en algo positivo

y seguir avanzando en este camino empedrado.

¿Es el amor lo que vives o lo que dictan tus recuerdos?

Es la vivencia lo que dictamina tu existencia,

es lo que haces a cada momento

por cada paso, abrazo, beso, mirada que das

es el recuerdo que dicta tu memoria.

No sólo eres lo que haces, eres lo que recuerdas.

No sólo eres lo que escribes, eres lo que creas.

No sólo eres lo que dices, eres lo que vives.

No sólo eres, también estás y hay que vivirlo.

Mientras suena en mi radio I stay away los pensamientos vuelan inconscientes

hacia un jardín imaginario de flores de mil colores

y tumbado en el centro de este jardín

vuelo, vuelo, vuelo

vuelo hacia tus labios y me imagino besándolos

¡Estaré de nuevo allí!

Recordando cómo es el pasado y cómo debo imaginarlo.

¿Es la vida el resultado del pasado?

¿Es la vida un momento en tu memoria

o es el instante que vives?

¿Es el amor un viaje inesperado o es algo buscado?

Lo que buscas lo encuentras y lo que encuentras lo capturas en la memoria

para acabar siendo un recuerdo borroso e imaginario.

Mis recuerdos son mis vivencias

y lo vivido es el recuerdo del futuro.

31 de Julio de 2017

Luis de Laos

 

A las rosas presas en un rosal

Rosa de mi rosal
rosal al que no pertenezco.
Vive rosa sin maldad
rosa roja del tiempo.
Luce y brilla el rosal
rosa roja que no siento.
Sobrevive y lucha en la ciudad
ciudad negra de oscuro pensamiento.
Rosa roja de ciudad
rosal en peligro por el viento,
echa raíces sin olvidar
que quiere romper los cimientos.
Rosa viva del rosal
que inspiras a un poeta muerto
sigues viva sin volar
y sueñas con el final del tiempo.
Rosa roja del rosal
rosa que le canta al viento
¡No somos lo que dicen,
somos lo que hacemos!
¡No quiero ser un perro guardián,
quiero ser un lobo que aúlla hambriento!
¡Soy rosa de un rosal
y dejaré que mis pétalos
vuelen salvajes al viento!

30 de Julio de 2017
Luis de Laos

Tus bellos ojos

Se que puedo hacer muchas cosas
que si me lo propongo lo consigo.
Se que al mirarte a tus bellos ojos
puedo conseguir caminar sin perderme.
Lo sé porque lo hago todos los días.
Se que puedo escribir casi sin pensar
porque pienso en ti y me dejo llevar.
Puedo caminar sin pisar el suelo
de esta ciudad fría y oscura,
sólo me dejo llevar por el impulso del viento.
Puedo volar por encima de los tejados,
es la Luna la que ayuda a soñar.
Puedo caminar como un gato,
me siento sobre vuestros tejados
esperando al Alba
y libre actúo.
Soy un trago cualquier noche de terciopelo,
bebo y no lo hago para olvidar.
Soy libre pájaro migrando hacia una nueva sociedad.
Se que me puedo rendir
y se que me puedo dejar llevar por la corriente del río,
como los peces muertos.
Y se que puedo morir en el intento
pero mi mejor aliento es conseguir ver tus bellos ojos
y caminar sin perderme en esta oscura ciudad.
Se que puedo hacer miles de cosas
pero sólo quiero poder mirarte.

28 de Julio de 2017
Luis de Laos.

Escrito después de una noche de miedo y tras ver una película de este género.

Aún puedo recordarte,

aún te siento cerca,

aún oigo tu voz lejana,

aún veo como te marchas,

aún se que estás ahí.

Aún recuerdo aquella casa,

esa habitación tan tenebrosa,

con esos cuadros tan siniestros,

con esa figura inerte en la sombra.

Aún recuerdo tus gritos,

aún me torturan tus lamentos,

aún recuerdo como me llamabas

y no hice nada.

Aún recuerdo aquella sombra inerte

y el cuchillo en mi almohada.

Aún recuerdo cuando gritabas,

aquella sombra en la noche.

¡Nunca apagues la luz de tu cama!

Esa sombra estará vigilando tu mirada

y cuando menos te lo esperes te romperá el alma.

Aún recuerdo mi huida,

aquella carretera en la nada,

y esa sombra que me vigilaba.

Aún recuerdo el cuchillo en mi almohada

pero tu no estabas.

Aquel bosque casi me mata

pero tu ya no estabas

aquel cuchillo en la almohada

y la pared ensangrentada.

Ahora me escondo en el bosque

huyendo de un cuerpo inerte

que me vigilaba.

Ten cuidado, puedo estar en tu ventana.

28 de Julio de 2017

Luis de Laos

El cuadro
Hoy es el día. Hoy me han traído el cuadro que heredé de mi tío abuelo. Mi tío abuelo era un hombre solitario y bastante antipático, soltero y sin descendencia. Nunca se casó pero convivió con una mujer muchos años y tuvo un ama de llaves, que según me contó mi padre era bastante extraña y muy misteriosa. Se contaba por el pueblo que esa mujer venía de las tierras del norte, de los bosques, y que era una bruja. Nadie se atrevía a hablar con ella, apenas la trataban y la huían si la veían en la lejanía. Cuando hablaban con ella intentaban no enfadarla y acababan pronto la conversación, por miedo.
El cuadro no se cómo es pero según me contó mi padre es espeluznante y terrorífico. En su día mi tío abuelo se lo quiso regalar pero mi padre no lo aceptó. Me contó que le causaba pavor y mucho terror verlo, que era una escena muy oscura y dantesca. Según el, trataba sobre una habitación victoriana coloreada en tonos negros en el que había una mujer muy pálida, se reflejaba la muerte en ella, meciendo a un bebé entre sus brazos que parecía estar llorando. También había otra mujer, a la derecha del cuadro, que no tenía rostro y de luto absoluto que parecía frotarse las manos y que le colgaba una llave del cuello. También había un niño que tocaba el violín. Pero lo que le causó más miedo fue la puerta que estaba al fondo de la habitación. Parecía estar en movimiento, abriéndose con la ayuda de una mano con largas uñas.
22:00 del mismo día:
Es el momento de abrir la caja y colgarlo.
En el salón quedará bien, justo encima del busto de mi abuelo.
Así es, es como me describió mi padre, pero la puerta parece estar abriéndose con la ayuda de la misteriosa mano. ¡ Desde luego la escena es espeluznante! ¡ Me estoy dejando llevar por la sugestión! ¡Será mejor que me acueste!
Por la noche, de madrugada:
¿Que hora es? ¿Y que ruido es ese?¡Parece el lloro de un bebé!
¡Viene del salón!¿Que oigo?¡Una mujer suplicando!
¡Dios mío! ¿Quién ha gritado?
Ya no se oye nada, hay un absoluto silencio ¡Iré al salón!
¡Dios mío! ¡Que horror! ¡El cuadro!¡El cuadro ha cambiado! Está la mujer degollada en la silla! ¡Y la misteriosa mujer sacándole las entrañas al bebé! ¡Ahora tiene cara y parece estar riéndose!¡El niño del violín!¡No, no puede ser!¡Nooooo!¡Está bebiendo de una copa llena de sangre! ¡Y la puerta está abierta y hay un hombre alto con los ojos bañados en sangre, señalándome!¡ Y con un machete en la otra mano!¡Y se ríe! ¡Se acerca! ¡Se acerca! ¡Noooooo!
Meses después unos operarios de mudanza recogen y guardan en cajas todos los objetos y preparan los muebles para su traslado.
—¡Bueno Juan! ¿Que extraño es este servicio, no?—
—¡Si, bastante! Según me ha contado la familia el dueño de esta casa desapareció hace un tiempo, sin dejar rastro y no saben nada de él. Lo que es extraño es que dejó todas sus pertenencias y se marchó, incluso desapareció sin documentación alguna. Y han decidido guardar todo en nuestros trasteros. Salvo ese cuadro que me han dicho que lo tiremos o que lo quememos. Que hagamos lo que queramos pero que desaparezca. ¿Es muy tétrico, no?— Preguntó al otro operario.
¡Si, así lo es! Lo que no entiendo es la escena. Esa mujer sin rostro, el niño del violín y la mujer acariciando a ese hombre que descansa sobre sus piernas. ¿Parece que no cuadra? No está vestido como los demás personajes ¡Parece de nuestra época! ¡Y esa puerta! —Le recorrió un escalofrío por la espalda—¡Parece estar abriéndose!
—Si, eso parece— Le contestó el otro operario.
—¡Sabes lo que te digo! ¡Se lo voy a llevar a mi hermano! Que estudió historia del arte y seguro que le gusta ¡Es que es gótico o yo que se como se dice!
Aquella noche, desde una habitación de un edificio del centro de la ciudad, se escuchó una carcajada seguido de un grito de terror y una figura extraña, con los ojos ensangrentados, señala desde la ventana tu casa. ¡La siguiente víctima eres tu!

05 de Mayo de 2017. Luis de Laos.

Ese fui, soy y seré

No me apetece contar un cuento poco creíble, ni una historia increíble donde soy un antihéroe que ha vivido una vida durísima y que lucha diariamente por sobrevivir.

Sólo soy un antiguo delincuente callejero que robaba corazones en los callejones oscuros de un barrio obrero. Abandonado por sus propios habitantes, destrozado por la heroína en los años 70 y 80 y que le siguió una época aún más oscura entre pastillas, discotecas nocturnas y afterhours del Madrid de la ruta del bakalao. Donde unos vende obreros destrozaron el futuro de aquellas almas perdidas e inundaron las calles de Sin futuro y Oscuridad, seguidos por unos canallas que vendieron una falsa Esperanza para terminar de destrozar la vida de quien confió en ellos, inflando y pinchando un globo que jamás debió crecer.

Mis amigos y yo nadamos por un río revuelto con turbias olas que iban y venían arrancando la esperanza de sus alegres corazones.

¿Cómo explicar quien soy?¿Porque debo hacerlo?

Un corazón cicatrizado

que huye del presente

y que viaja a ninguna parte

para llegar al final de su viaje

junto a su dulce Julieta

de tez rosácea y de ojos pequeños

que iluminan diariamente

entre los alti-bajos de mi podrido corazón.

En esta soledad, acompañado

por un viento huracanado

y que dulcemente habita

junto a mi musculo acorazado

como una amapola vuela en el campo

y se posa en el suelo

luciendo el palpito

que el cielo le quiso robar.

Mis amigos ¿Dónde están?

Si lo supiera lo diría, estaría junto a ellos.¿Alguna vez los tuve o fueron producto del imaginario colectivo?

Bailamos, bebimos, reímos y lloramos por caminar nuestras propias vidas, donde solo hablaban las miradas y la risa era nuestra única esperanza. Y allí se quedaron entre risas, litros, cubatas y olvido.

Nos bebimos hasta el agua

que los aires de esperanza

dejaron atrás de nuestras espaldas

y sobre las macetas que un día rompimos

olvidándolas después de vaciarlas

y llorarlas.

Bailamos siempre que pudimos

unos toda la noche

y otros hasta el alba

de la semana siguiente

en oscuras discotecas

donde ni dios era consciente

de su propia mirada perdida.

Jugamos siempre que pudimos

con nuestros propios miedos

y siempre que perdimos

nos levantamos hasta volvernos a tropezar.

Hicimos hogueras con nuestra propia alegría

corrimos siempre huyendo

de nuestra propia policía.

Conseguimos que el vacío

que nos absorbía

se llenara con la alegría

de nuestra inocencia perdida.

Dejamos que la vida fuera un carnaval

donde nada y todo cabía

donde las lágrimas eran de pena y alegría

donde nuestras vidas eran un vendaval

donde cualquier rostro

era la esencia ganada

de una nueva amistad.

Cualquier sonrisa tenía perdida

su altiva aura si no se dejaba llenar

por nuestra esperanza dormida.

Cada domingo fue otro carnaval

donde reímos hasta llorar

y jamás nos dejamos llevar

por el amanecer que no quiso llegar.

Nadie pudo con nosotros en ninguna absurda pelea, nadie jamás pudo olvidar nuestros puños volando hacía ningún lugar y hacia todas partes.

Sólo fueron peleas callejeras

donde volaban los pájaros

y lo vasos se rompían

en cualquier cabeza adormecida

por el agitar de nuestros brazos

por evitar ser destronados

de nuestro pequeño espacio.

Con nuestros tobillos

de tipos casi indigentes

atados en piedras

como claveles que se agitan

contra el viento invernal.

Dejamos de volar alto

para aterrizar en el desalojo

de nuestro propio futuro

con agujeros en los bolsillos

Vacíos y sin un grano de arena

que nos devolviera la vida

que nos diera la libertad

que rompiese los grilletes

en esta absurda sociedad.

Fuimos ficticios actores

de nuestras peleas

de nuestros arrebatos

de nuestros miedos

de nuestros guantes robados

de nuestro propio fracaso.

Sólo fueron peleas

contra nosotros mismos

contra todo

contra nada

y contra nuestra propia existencia salvaje.

¿Cómo explicar quien fui y quien soy ahora?

Si me miras a los ojos

sabrás quien es ese niño que llora

quien es ese hombre que ríe

y porqué seré ahora,

ese hombre que vivirá

como una rosa en tu jardín

habitado por tu sonrisa

y por tu dulce mirada.

Si me miras ahora

podrás ver quien fui

quien soy

a cada paso que doy

y quien no seré

si me pisas.

1 de Diciembre de 2016

Luis de Laos.

El viajero y la muerte

La muerte tiene un solo color

y un solo momento

el vacío y la vacilación de tu mirada”

I

Fuiste el viajero que un día quiso tocar la vida

volar ese mar y surfear sus olas

soñar con los enjambres del bosque

con los jardines

con las abejas y las flores secas

con los juegos

con las estrellas

y con las luces entre las sombras.

Descubrir lo que hay en ellas

en el claroscuro del firmamento

en la luz de las estrellas.

Somos los hijos bastardos

de quien soñó con tocar

el cielo de tus ojos

en el universo que no se alcanzará

abismo, silencio.

En la buena muerte

dime si la luna te abrazó ya

y te apartó de su cálida mirada.

Insiste una vez más

si la vida te rechazó

y te expulsó del paraíso imaginario

y de las luces de neón

y de la cultura del tiempo

donde todo espacio futuro

nunca es mejor.

Eres el viajero de las estrellas y el tiempo

que lucha contra su propia culpa

y viaja solitario hacia la buena muerte,

el viajero muerto.

Si soñé y escribí esto

era para que tu los dijeras

que la muerte no será buena

o mala compañera.

II

En el lugar donde sueña el sol

en el lugar más irreverente

de tu poético corazón

luce la vida, espera la muerte.

Entre las nubes de mi callejón

sale y saluda la luna

al osado callejón de mi locura.

El deseo está conmigo,

se despertó.

la muerte contigo,

se sentó.

Cansada de su trabajo

de su sucio y triste trabajo.

En algún lugar de mi cordura

resucita tanto color

de bella ternura.

De mi músculo tristón

la vida admira el sueño de cualquier estela.

No sabes lo que cuesta encontrar el camino de vuelta

que me aparte de la soledad

que no me aparte de la vida

que haga volver a las estrellas,

volar un día más.

Olvidar la buena muerte

y viajar con la vida.

Seré el último viajero

de la muerte que en este lugar espero.

El viajero de la muerte

el niño que viajó la vida.

El abismo y la oscuridad

es un sueño eterno.

Continúa tu viaje

que otras se quedan,

viajero.

Poema de amor y muerte VIII

Luis de Laos

Cachitos de hierro y cromo

Cachitos de hierro y cromo

en el escaparate de imágenes en technicolor

mostrando la divertida televisión

y mintiendo sobre ….¡Cualquier tiempo pasado fue mejor!

Músicos locos esperando un nuevo despertar

el ocio alienante de Alí Babá

y sus cuarenta ladrones.

La vida era otro corazón

que no dejaba de palpitar.

Battiato en estado faraónico

nómada en descomposición

poeta en busca de un ángulo

que le muestre su centro de gravedad,

poesía musical.

Cachitos de hierro y cromo

gritando a un dios muerto

bailando entre los restos

del chachachá.

Bailes eléctricos en la televisión

¡Danzad, danzad, malditos!

¡A ritmo de electrohouse!

Deejay con la cumbia bailando en su corazón

amartillando el ocio alienante

destrona el bakalao de la acción

aletargando al concursante

del cante y de la idealización

Y el mundo siempre irá más allá

lejos de este vendaval

Eskorbuto entre las sombras

desde otro verso, rompiendo el arte

a ritmos de intrépido punk rock

y La Polla siempre en nuestra boca

salvando a un pueblo en si be mol

Derrumbemos los muros de la represión

Barricada silvando black is black

en un escenario lleno de amonal

Los Brincos dándose a La Fuga a ritmo de Ska.

Cachitos de hierro y cromo

y vuestra nostalgia en el corazón.

Escrito una noche viendo este programa”

Luis de Laos.

20 dic. 2016 10:41

Rozar con la punta de los dedos

tu cuerpo desnudo

bailar con la sombra de mi cuerpo

entre tus pechos

besar con la frescura de un niño

tus labios pequeños

vivimos nuestra locura

No lo escribo lo vivo

Luis de Laos

Banderas negras, harapientas

Fuimos héroes sin heridas

en una guerra sin batalla

donde los guerrilleros huyeron

por la puerta de atrás.

Mientras ganábamos terreno

las trincheras se derrumbaron

y entre los escombros humeantes

murió la libertad.

Fue un quince de Mayo

ese día comenzó la batalla

y perdimos la ciudad

ganaron en los barrios

los hijos del capital.

¿Y que ganamos nosotros?

Ganamos atomización

perdimos la esencia

y nos dejamos llevar por la corriente

por la deriva de nuestra propia frustración.

Fue un quince de Mayo

cuando perdimos la batalla

pero sigue habiendo banderas negras,

harapientas,

que serpentean con firmeza

en los barrios, en la ciudad

entre los escombros de la barricada

esperando volver a ondear.

Y nadie, nadie,

las debe olvidar.

Lo terminé después del encuentro del libro anarquista

Luis de Laos

09 de Diciembre de 2016

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